Monte-Carlo, Mónaco – 4K Street Cycling – 19 de febrero de 2021
Este estudio exploratorio tiene como objetivo examinar cómo las órdenes de quedarse en casa en Houston, Nueva York y Seattle impactaron en los patrones de actividad física al aire libre, medidos por los datos de recuento diario de bicicletas y peatones.
MétodosDescargamos los datos de recuento de bicicletas y peatones disponibles públicamente recopilados por el Departamento de Transporte de Seattle, el Departamento de Transporte de la Ciudad de Nueva York y los datos de recuento a nivel de 15 minutos del Departamento de Transporte de Texas para el área de Houston [11-13]. En las tres jurisdicciones, los datos de recuento se recogen mediante contadores colocados cerca de carriles bici y vías verdes para bicicletas. Según la información disponible públicamente, la pandemia no ha interrumpido sus respectivos programas de recuento [11-13]. En Houston, los datos solo estaban disponibles hasta mayo de 2020, en la ciudad de Nueva York, los datos estaban disponibles hasta junio de 2020, y en Seattle, los datos estaban disponibles hasta agosto de 2020. En este análisis, nos centramos en un puñado de contadores en cada ciudad que estaban relativamente bien distribuidos a través de la región geográfica, y que tenían datos completos para todo el período, incluyendo cuatro contadores en Seattle, cinco contadores en la ciudad de Nueva York, y tres contadores en Houston (Fig 1). Se excluyeron los contadores con una falta desproporcionada de datos para el periodo, lo que dio como resultado una cobertura geográfica incompleta de cada región.
La Conspiración: UN GIRO ARGUMENTAL
Este enfoque analítico va más allá de la evaluación de los carriles bici puramente en términos de longitud (por ejemplo, “100 KM de nuevos carriles”), y añade el contexto de diseño, espacial y de red. Estas características son relevantes porque investigaciones anteriores indican que los carriles bici protegidos (en comparación con los que solo están pintados) reducen las colisiones y aumentan el uso de la bicicleta (Marshall y Ferenchak 2019; Monsere et al. 2014), y que la conectividad -hasta qué punto se cruzan diferentes carriles bici- desempeña un papel crucial en su atractivo general para los ciclistas (Furth, Mekuria y Nixon 2016). Además, los carriles bici que son bidireccionales proporcionan el doble de beneficios a los ciclistas, aunque ese atributo a menudo no se refleja en las evaluaciones de la red.
En términos más generales, el proceso de analizar los carriles bici tanto por año de instalación como por categoría es aplicable a otras ciudades en las que se disponga de registros. Es esencial que los investigadores combinen estos conjuntos de datos con el conocimiento local; los carriles bici varían en calidad (y convenciones de denominación), y la eliminación de tipos como los sharrows garantiza representaciones más precisas de una red en total. De hecho, este estudio se inspira en parte en el trabajo de Firth y sus colegas (2021), que cartografiaron los carriles bici de Vancouver (Columbia Británica) a lo largo del tiempo.
Teenage Mutant BMX Jam en Friedrichshafen
La pandemia del coronavirus detuvo la cinta transportadora de la elección. Pero para Fraioli, el encierro de dos meses que comenzó el 17 de marzo -confinándola a un radio de 1 km de su casa- le proporcionó una visión matizada y enriquecedora de su barrio. “Descubrí que es posible sentirse como en un pequeño pueblo de París”, dice. “Conocer a tus vecinos, mantener buenos vínculos con los comerciantes, favorecer a los artesanos y tiendas locales frente a las grandes superficies. Incluso me uní a un movimiento ciudadano en el que la gente prepara cestas de comida para los sin techo. Pensaba que lo pasaría mal viviendo el cierre, pero estaba perfectamente en casa, en un lugar tranquilo”.
Cuando la pandemia cerró los centros de las ciudades, dice, se demostró lo importantes que son los vínculos sociales, pero desde otro prisma. “Mucha gente nunca visitaba las tiendas cercanas a su casa porque estaban ocupadas. No conocían a sus vecinos ni los parques cercanos. La pandemia nos hizo descubrir esto. Hemos redescubierto la localidad, y eso ha mejorado la calidad de vida”.
Truco Fixie vs. La bicicleta botellero
Para recuperarse de esta pandemia, las ciudades de todo el mundo están cambiando. Se está reconstruyendo cómo conciben el espacio público y la seguridad ciudadana, la movilidad y la habitabilidad. Y se está reimaginando cómo seguir siendo competitivas a escala internacional, cómo atraer el turismo y la inversión. La calidad de vida es ahora más esencial que nunca. Está claro que ha llegado el momento de rediseñar permanentemente nuestras ciudades a escala humana.
Meses antes de la pandemia, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, se presentó a la reelección bajo el lema de campaña “una ciudad de 15 minutos”. Habla de barrios autosuficientes, con tiendas, oficinas, instalaciones deportivas, escuelas y centros médicos a poca distancia. Habla también de acelerar la movilidad sostenible, y sigue la misma tendencia que se observa en ciudades como Melbourne, con sus “barrios de 20 minutos”, o el Nordhavn de Copenhague, un “barrio de 5 minutos” que, cuando esté terminado, se espera que marque la pauta del desarrollo urbano medioambiental, social y sostenible.
También lo vemos en los cambios en la movilidad. San Francisco ha creado “calles lentas” que limitan el tráfico de vehículos y fomentan los desplazamientos a pie y en bicicleta, y la ciudad tiene previsto añadir cada semana de dos a tres corredores de calles lentas de unas 8 manzanas cada uno. Milán planea convertir en peatonales permanentes las calles peatonalizadas temporalmente. Londres se dispone a construir una nueva red ciclista para reducir la saturación del metro, los trenes y los autobuses. Bogotá ha añadido 80 km de carriles bici temporales, y otras ciudades latinoamericanas seguirán su ejemplo. Muchas capitales europeas, como París y Barcelona, hablan de ciudades “post-coche”. En Buenos Aires, a medida que reabrimos poco a poco nuestra ciudad, se están peatonalizando más de 100 calles para evitar la masificación y fomentar las interacciones comerciales dentro de los mismos barrios.